La Tierra realiza dos movimientos distintos: el de rotación y el de traslación. Además, no tiene luz propia, sino que la recibe del Sol, y de la misma manera el calor. La tierra solo se encuentra iluminada la mitad de la superficie que mira hacia el Sol; la otra mitad permanece en la sombra.
Debido a las variaciones del clima que se dan en el año, se puede decir que este se divide en cuatro estaciones , a saber: verano, otoño, invierno y primavera. Las variaciones climáticas son más notables en las zonas frías y templadas que en zonas cercanas al Ecuador, donde existen dos estaciones, por así decirlo, una seca y otra húmeda y tanto el día como la noche tienen la misma duración en el transcurso de los 365 días del año.
Las estaciones no se debe a que la órbita de la Tierra se acerca levemente a la luna y que en su movimiento se aleje y acerque al sol, ya que la diferencia entre el punto más lejano de su órbita y el punto más cercano es de apenas 2 499 971 km siendo tan solo el 3,4% de la distancia. Por lo que esto tiene un efecto prácticamente imperceptible en el clima.
Según algunos estudios realizados se dice que las estaciones se deben a la inclinación del eje de giro de la Tierra respecto al plano de su órbita respecto al sol. El cual siempre se encuentra orientado en la misma dirección y por lo que los hemisferio norte y sur son iluminados desigualmente por el sol según la época del año, recibiendo distinta cantidad de luz solar debido a la duración del día y con distinta intensidad según la inclinación del sol sobre el horizonte
Otra de las cosas que se ha logrado concluir es que si el eje de la Tierra no estuviese inclinado respecto a la eclíptica, el sol se encontraría ubicado todo el año sobre el ecuador; por lo que se encontraría demarcada la misma trayectoria todos los días en el cielo, logrando siempre la misma altura máxima sobre el horizonte, siempre habría las mismas horas de luz solar, y no habría estaciones.