¿Que significa cristo?
Las principales creencias cristianas acerca de Jesucristo incluyen su consideración como el hijo de Dios, constituido como Señor; que fue concebido por el espíritu santo y que nació de la Virgen María; que fue crucificado ,muerto y sepultado durante el mandato de Soponcio pilato; que descendió a los infiernos y posteriormente resucito de entre los muertos y subió a los cielos, donde se encuentra junto a Dios Padre y desde donde volverá para el juicio final.
El Mesías es la misma persona conocida como «la simiente de la mujer» (génesis 3:15), «la simiente de Abraham» (génesis 22:18), «el profeta a la imagen de Moisés» (Deuteronomio 18:15), «el sacerdote según el orden de Melquisedec» (Salmos 110:4), «el retoño de Isaí» (Isaías 11:1,10), «Emmanuel», «el hijo de la virgen anunciada» (Isaías 7:14), «el olivo de Jehová» (Isaías 4:2) y «el mensajero del pacto» (Malaquías 3:
Creer que Jesús es el Cristo es creer que él es el ungido, el Mesías de los profetas, el salvador enviado por Dios, en una palabra, lo que él clamó ser. Es creer el evangelio y la fe por la cual los hombres pueden llegar ante Dios.
El uso combinado de los nombres Jesús y Cristo constituye una confesión de fe de que Jesús de Tazaren, el hijo de María, el Hijo del hombre, es realmente el Cristo, el Mesías, el Hijo de Dios, y por ello una profesión de fe en la unión de las naturalezas divina y humana en una Persona.
En los tiempos del Antiguo Testamento Dios dio la Ley la cual tenía que ser debidamente guardada. Había instrucciones acerca de la forma de vestirse, de la comida, lo que podía o no podía hacerse en un Sabbath, lo que tenía que hacer en el templo, cómo los sacerdotes tenían que cumplir sus funciones, cómo serían tratados los extranjeros, cómo las personas serían castigadas, etc. Todas estas cosas tenían que ser observadas apropiadamente y estrictamente ya que éstas afectarían sus posiciones delante de Dios. Esto sucedió en los tiempos del Antiguo Testamento, pero ahora que tenemos a Jesús, los requisitos de la Ley ya no son necesarios para poder complacer a Dios.