El Virus del papiloma humano – VPH como su nombre lo indica, refiere a un virus de diferentes tipos, que aunque en algunos casos significa un problema inofensivo que puede desparecer de manera esporádica, también existe la posibilidad de que se complique, especialmente porque existen dentro sus tipologías algunos de tratamiento más complejo, con los cuales puede desarrollarse especialmente en la parte los genitales algunas verrugas, las cuales sin un tratamiento adecuado ponen en riesgo en la persona el desarrollar cáncer.
El VPH está catalogado como una infección sexualmente trasmitida, en tanto que es por medio de las relaciones sexuales que una persona puede adquirirle en contacto con una persona infectada. En este sentido la ciencia reconoce dos tipos de VPH trasmitidos por vía sexual, el primero el VPH que no causa gran riesgo para la salud y el segundo de alto riesgo, causante de muchos tipos de cáncer, los cuales se relacionan a continuación:
- Cáncer de pene
- Cáncer de ano
- Cáncer de cuello uterino
- Cáncer de vulva
- Cáncer oral y de garganta
- Cáncer de vagina
Toda persona sexualmente activa puede contraer el VPH, sin embargo, es importante anotar que las personas que han tenido muchas parejas sexuales son las que corren mayor riesgo de adquirirle, de ahí la importancia de usar protección con preservativos en casos tales de no poseer una pareja estable. Las vacunas para el VPH por su parte juegan un papel más que fundamental siendo las mismas, el mecanismo de protección frente al desarrollo del virus.
Por otro lado es importante anotar que este tipo de virus afecta en mayor medida a las personas del sexo femenino, en tanto que en la gran mayoría dicho virus es desarrollado en mujeres, siendo en estos casos los portadores de dicha infección las personas del sexo opuesto. El virus se desarrolla o activa dependiendo del sistema inmunológico, siendo más vulnerable una mujer débil y en estado de estrés permanente.
En un gran porcentaje en muchas de las personas que padecen de VPH, el virus ha logrado actuar de manera silenciosa, por lo que la no ser detectado ha traído muchas más consecuencias que las que comúnmente viene asociadas a dicha patología, por lo que la prevención y detección temprana se convierte sin duda el mecanismo más eficiente para combatirle.
En este sentido se hace muy importante que en especial las mujeres por ser más susceptibles al virus consulten constantemente al médico para realizarse los exámenes de rutina logrando una prevención ante la aparición, desarrollo y avance de la infección.
Sin embargo la mejor forma para saber si una persona se encuentra infectada son los exámenes de diagnóstico que incluyen entre otras cosas según el caso, la observación de las verrugas, papanicolau, peniscopia, captura híbrida, colposcopia o examen de sangre, que pueden ser solicitados por el campo de la medicina especializada a cargo del ginecólogo, en el caso de la mujer o de un urólogo, en el caso de los hombres.