Un tatuaje es un una imagen plasmada en la piel, agujas que inyectan tinta bajo la epidermis. Los tatuajes son permanentes, es decir no se pueden borrar con facilidad, puesto a que la piel mantiene en constante renovación la tinta insertada se mantiene.
La piel está formada por dos capaz, la epidermis que a su vez se compone de dos subcapas el estrato corneo que es la capa más superficial, y el estrato basal que es la subcapa donde se encuentran los vasos sanguíneos, la epidermis se caracteriza por su rápida renovación. La otra capa es la dermis que forma la parte interna de la piel y por ende se con menos frecuencia de la epidermis.
Cuando se realiza un tatuaje las agujas impregnadas de tinta o pigmento atraviesan la la piel dejando su rastro colorido a través de la epidermis y la dermis, el hecho de atravesar la piel causa una herida superficial que sana fácilmente dejando encerrada la marca de tinta en la piel, la imagen grabada en la epidermis puede perderse con el tiempo, debido a la renovación natural de esta capa, pero la tinta de la dermis será muy difícil de borrar.
En la actualidad existen métodos para eficaces para borrar por completo los tatuajes, como cremas, tratamientos con láser, tratamientos con luz, escisión, y otros de tipo quirúrgico. Es recomendable que a la hora de realizar este trabajo se asesore con personal calificado, para no poner en peligro la salud.