En la actualidad miles y miles son los satélites que orbitan a más de 10.000 km de altura o a más de 35.000 km por encima de nuestras cabezas, artefactos tecnológicos que han contribuido al desarrollo de la industria de las telecomunicaciones, al mejoramiento del estudio de la observación de diferentes fenómeno que sobre la tierra se desarrollan, como también el estudio del movimiento de otros planeta y galaxias que acompañan a la tierra en el espacio y que sin ellos sería muy difícil saber que hacen y para qué sirven.
Satélites que han sido enviados al espacio con un objeto y funciones distintas, que anterior a la tarea que cumplen hoy, debieron haber pasado por un proceso de planeación, diseño, construcción y lanzamiento previo para dar con los resultados logrados con los mismos a beneficio de la humanidad.
Etapas que se describen a continuación
Preparación del satélite
En esta etapa el cohete se diseña bajo una función en específico, teniendo en cuenta todos y cada uno de los aspectos importantes para su funcionamiento, como el proceso de los chips, soldaduras, configuración de ordenadores de abordo y otras tareas, además del combustible, el ensamblaje y en fin todo lo necesario para ponerlo en órbita el tiempo pertinente.
Ignition
Es aquí donde se pone en movimiento el satélite llagando a su lanzamiento y espera
Un proceso que basado en las leyes de Newton resulta ser uno preciso y/o exacto, siendo la trayectoria, la posición y la velocidad la clave para un lanzamiento perfecto.
La aceleración y las demás variables son calculadas a partir de fórmulas físicas y matemáticas que resueltas dan como resultado cálculos exactos para dar con la trayectoria real esperada para el satelite, en la orbita necesaria para la tarea emprendida.