La mitosis es la división del núcleo celular en la que se conserva intacta la información genética contenida en los cromosomas, que pasa de esta manera sin modificaciones a las dos células hijas resultantes. La mitosis es un proceso de multiplicación celular que participa en el desarrollo, el crecimiento y la regeneración del organismo.
El resultado de la mitosis es la continuidad de la información hereditaria de la célula madre en cada una de las dos células hijas. Cada célula debe contener completa la información genética propia de su especie, la célula madre debe hacer una copia de cada cromosoma antes de la mitosis, de forma que las dos células hijas reciban completa la información. Cada cromátida hermana no se considera en esa situación un cromosoma en sí mismo, sino parte de un cromosoma que provisionalmente consta de dos cromátidas.
La mitosis se completa generalmente con la citocinesis o división del citoplasma. En las células animales la citocinesis se realiza por estrangulación: la célula se va estrechando por el centro hasta que al final se separa en dos. En las células de las plantas se realiza por tabicación, es decir, las células hijas “construyen” una nueva región de pared celular que dividirá la una de la otra dejando puentes de citoplasma. Al final, la célula madre se parte por la mitad, dando lugar a dos células hijas, cada una con una copia equivalente y completa del genoma original.
La mitosis es importante porque Algunas células pasan por varias divisiones celulares durante toda la vida del organismo. Como por ejemplo tenemos las células madre de la médula ósea humana, que dan origen a los glóbulos rojos de la sangre. Los glóbulos rojos viven sólo 120 días, y hay cerca de 25 billones en la sangre de un adulto. Para mantener este número constante, deben formarse unos 2,5 millones de nuevos glóbulos rojos por segundo por división celular (mitosis) de las células madre de la médula.