Las plantas son seres vivos que producen su propio alimento mediante el proceso de la fotosíntesis. Ellas captan la energía de la luz del sol a través de la clorofila y convierten el dióxido de carbono y el agua en azúcares que utilizan como fuente de energía. La planta absorbe del suelo el agua y la lleva hasta las hojas por el xilema. En las hojas, la energía solar activa la clorofila, que va a producir la fotólisis de las moléculas de agua. El oxígeno del agua, es liberado a la atmósfera, y parte del oxígeno del CO2 también.
En las plantas la fotosíntesis es un proceso que realizan en el día con la presencia de la luz solar. Para el proceso de la fotosíntesis, solo necesitan la energía del Sol, agua, un gas llamado dióxido de carbono y sales minerales. El agua y las sales minerales las obtienen del suelo, y el dióxido de carbono lo absorben del aire. Por eso no es necesario es suministro de nutrientes todos los días, para su diario vivir solo tenemos que ponerles tierra y rociarlas pero no todos los días.
Según lo expuesto anteriormente nos podemos dar cuenta que las plantas no necesitan mucho de nosotros para poder sobrevivir, mientras que para nosotros ellas son muy indispensables para nuestro diario vivir.
Por tanto, la alimentación de las plantas tiene lugar de la siguiente manera:
1. Las raíces absorben el agua y las sales minerales presentes en el suelo, que constituyen la savia bruta.
2. La savia bruta es transportada por unos tubos que hay en el tallo hasta las hojas.
3. En la hoja tiene lugar la fotosíntesis, y la savia bruta se transforma en savia elaborada, que es el verdadero alimento de las plantas.
4. La savia elaborada desciende por el tallo y es transportada a toda la planta.